Noboa y el gobernante saliente, Guillermo Lasso, se encontraron el pasado 17 de octubre para dar inicio al proceso de transición gubernamental y, al finalizar el diálogo, el próximo ocupante del Palacio de Carondelet informó que solicitó una cita con el Cosepe para tratar la seguridad.
Se esperaba que esa reunión tuviera lugar esta semana, pero el mandatario electo se encuentra en Europa y luego viajará a Estados Unidos, donde conversará con representantes de bancos de inversión, empresas y organismos multilaterales.
Por el momento se desconoce si el compromiso con el Cosepe se retrasará aún más o si delegará en algún representante.
Aunque su agenda se mantiene prácticamente hermética, su equipo divulgó que estuvo hace unos días en España, Italia y Francia, donde logró apoyo “para cumplir su meta de reducir la violencia, brindar oportunidades a la juventud y generar empleo”.
Hasta el momento no existe fecha para su toma de posesión, aunque el Consejo Nacional Electoral indicó que el 15 de noviembre le entregaría el documento que lo habilita para ejercer el cargo tras ganar los comicios del pasado 15 de octubre.
Entre los principales desafíos para el corto mandato de Noboa -hasta mayo de 2025- están la crisis de seguridad, el elevado endeudamiento con organismos internacionales, y los altos índices de empleo informal.
Sin dudas la ola de violencia es la principal preocupación de la ciudadanía luego de que un total de seis mil 44 personas fueran asesinadas entre enero y octubre de 2023, es decir, un promedio de 21 muertes violentas cada 24 horas, según cifras divulgadas en la prensa ecuatoriana.
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