La interrupción fue el resultado de los ataques de las fuerzas de ocupación sobre los dos últimos puntos de conexión internacional con la Franja, que ahora está bajo un manto de silencio, alertó el funcionario en una entrevista con Palestine TV.
Sidr explicó que, desde el primer día de la agresión, el 7 de octubre, la infraestructura de ese enclave costero sufrió enormes daños, incluida la red de comunicaciones.
Sin embargo, subrayó, hasta ahora, las bombas no habían alcanzado todos los puntos de conexión, lo que permitió a las empresas mantener las comunicaciones terrestres y celulares y el acceso a Internet.
La interrupción de las comunicaciones en ese enclave afectará a muchos servicios, especialmente a la salud, porque cesaron las llamadas de socorro y a las ambulancias, advirtió.
El ministro anunció contactos con la Unión Internacional de Telecomunicaciones y otros agentes globales para una intervención urgente.
Los cortes deliberados de las comunicaciones buscan amordazar las voces que denuncian desde allí la situación, así como ocultar los crímenes de genocidio y limpieza étnica cometidos por el ejército, afirmó.
Al respecto, instó al mundo a adoptar medidas urgentes para permitir al pueblo de la Franja enviar llamadas de socorro o documentar la violencia israelí.
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