Arabia Saudita, Estados Unidos y la Autoridad Intergubernamental sobre el Desarrollo (Igad), una organización económica y de integración para África oriental, forman este grupo que pretende por ahora concentrar los diálogos en facilitar el suministro de ayuda humanitaria, establecer un alto el fuego así como otras medidas de fomento de la confianza.
El objetivo final -según sus miembros- es avanzar hacia un cese permanente de las hostilidades, con el compromiso alcanzado en las pasadas rondas de diálogos celebradas en la ciudad saudita de Jeddah.
En este sentido, el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Matthew Miller, dijo que en este momento no existe una solución militar aceptable, pero que se hizo un llamamiento tanto al Ejército, como a los paramilitares para que realicen unas negociaciones de forma constructiva.
La guerra en Sudán deja ya cerca de nueve mil muertos, la mayoría civiles, y alrededor de siete millones de desplazados en el mismo país o que buscaron refugio en los vecinos, sobre todo en Egipto y Chad.
Los enfrentamientos estallaron el pasado 15 de abril por contradicciones en medio de un proceso de integración de las Fuerzas de Apoyo Rápido, lideradas por Mohamed Hamdan Dagalo, vicepresidente del Consejo Soberano de Transición (CST), al seno de las Fuerzas Armadas, y el jefe del Ejército y presidente del CST, Abdelfatá al Burhan.
Ambos con grado de general, se disputan el control del país después del derrocamiento en 2019 del presidente Omar al Bashir.
mgt/fvt