Amsha, citado por el diario La Nation, recordó que el pueblo palestino resiste la ocupación de Tel Aviv durante 75 años y sus incursiones ocasionaron hasta ahora la muerte de miles de personas, entre ellos más de tres mil niños y más de dos mil mujeres, además de cientos de personas mayores.
Sin mencionar, agregó, el asombroso número de heridos a quienes el enemigo sionista niega el acceso a atención médica.
Llamó la atención sobre el hecho de que la agresión israelí contra la Franja de Gaza provocó la destrucción de infraestructuras. “Más de 14 mil viviendas quedaron completamente destruidas, más de un centenar de escuelas fueron bombardeadas y 12 hospitales quedaron fuera de servicio”, denunció.
El diplomático saludó la posición de Djibouti a favor de la causa palestina y recodó que fue uno de los primeros países en condenar los ataques israelíes contra su pueblo y a las instalaciones sanitarias.
Reafirmó la necesidad de superar la era de los dobles raseros y el deseo de que Palestina obtenga sus derechos legítimos, “en primer lugar, el derecho a la autodeterminación y, por tanto, la creación de un Estado palestino con Al-Quds. Al-Sharif (Jerusalén) como su capital”.
La nueva ola de violencia comenzó el 7 de octubre pasado, cuando milicianos del Movimiento de Resistencia Islámica atacaron al vecino país, en lo que consideraron una respuesta a la escalada de crímenes israelíes contra el pueblo palestino.
Más de mil 300 personas perdieron la vida durante esa incursión, que sorprendió al Ejército y a los estamentos de seguridad. En represalia, Israel comenzó una ola de bombardeos en la Franja de Gaza sin precedente en la historia de este conflicto, que provocó una grave crisis humanitaria.
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