El Ministerio de Relaciones Exteriores egipcio denunció en un comunicado que la masacre es una “violación flagrante del derecho internacional” e instó a la vecina nación a poner fin a tales bombardeos, que calificó de inhumano.
Hemos advertido de las consecuencias de este tipo de ataques indiscriminados contra civiles, centros médicos y hospitales, señaló.
La Cancillería llamó a la comunidad internacional a asumir sus responsabilidades de proteger a los civiles palestinos y garantizar un acceso seguro, completo y sostenible a la ayuda humanitaria.
Las autoridades de salud del territorio calificaron de masacre el nuevo ataque, que provocó al menos 145 víctimas mortales y más de 300 heridos, aunque alertaron que esas cifras son provisionales.
Un edificio residencial fue atacado este martes, lo cual provocó su destrucción, así como de una veintena de casas aledañas, denunció la agencia oficial de noticias Wafa.
Muchos fallecidos y lesionados fueron trasladados a los cercanos hospitales Indonesio y Al-Shifa, aunque gran número de personas continúa bajo los escombros, precisó.
Situado en la región septentrional del enclave costero, el campamento de Jabalia es el más grande de los ocho existentes en Gaza, al sumar una población de 116 mil refugiados.
Televisoras regionales mostraron imágenes de grandes cráteres en el suelo y edificios cercanos totalmente destrozados, mientras numerosas personas intentaban levantar los escombros en busca de sobrevivientes.
Todo lo que podemos oír y ver es el sonido de los aviones de guerra, los misiles y el humo que se eleva desde el cielo, describió un residente del lugar a la cadena noticioso Al Jazeera.
La situación en el cercano hospital Indonesio, que sufre por la falta de combustible, es catastrófica, los pacientes y los heridos están en el suelo porque no hay suficientes camas para acomodar al gran número de víctimas, subrayó el medio.
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