El diplomático remarcó que este es un tema de los más candentes durante décadas, pues a pesar de que por abrumadora mayoría la Asamblea General ha pedido el fin incondicional e inmediato de esta política, aún se mantiene aunque va en contra del derecho internacional y de la Carta de la ONU.
Subrayó que son más de 60 años de castigo a la población cubana, lo cual impide al país llevar a cabo programas socioeconómicos y pone en riesgo el cumplimiento de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible en la isla.
Da Cruz ejemplificó el modo en que las medidas coercitivas de Washington impactan en la nación caribeña y mencionó los precios exorbitantes a los cuales tienen que comprar los medicamentos o las materias primas para elaborarlos.
Añadió que dichas restricciones discriminatorias son incompatibles con el sistema de comercio internacional y bloquean el acceso de Cuba a las finanzas debido a la aplicación extraterritorial de las leyes norteamericanas.
La continuación del bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos, y la inclusión de la isla en la lista de país patrocinadores del terrorismo son incompatibles con el sistema internacional sustentado en el Estado de derecho, enfatizó el representante angoleño.
Pidió, además, el fin de las medidas coercitivas unilaterales, “porque amenazan y vulneran los derechos humanos fundamentales, en particular el derecho a la libre determinación y a un nivel adecuado de vida”.
Destacó que terminar con el bloqueo es mucho más necesario en el actual contexto de crisis económica y alimentaria mundial, cuando el mundo requiere un planteamiento multilateral y de solidaridad internacional.
El diplomático reafirmó asimismo el compromiso de Angola de seguir apoyando todas las iniciativas encaminadas a poner fin a esta política de Washington contra Cuba.
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