Tras señalar que su país apoya la resolución que se debate en Naciones Unidas para poner fin al referido cerco, el representante tanzano ante ese organismo consideró que tal mecanismo afecta el desarrollo de la economía cubana y quebranta los derechos humanos de la población.
La aplicación de ese engendro, el cual viola los principios del multilateralismo, limita la adquisición de necesarios medios de vida, como medicamentos, equipos médicos y otros artículos, expresó en su exposición.
Como país soberano, Tanzania está en contra de las medidas coercitivas implementadas desde hace más de 60 años contra Cuba porque abogamos por la convivencia pacífica entre las naciones, el respeto a su soberanía y creemos en un comercio libre y justo, argumentó.
Representantes de diversos países, entre ellos africanos, reconocieron también ante la Asamblea General de la ONU el aporte solidario de la isla antillana a otros Estados en vías de desarrollo mediante la cooperación Sur-Sur.
rgh/obf