Las familias en el país lo sienten en el desabastecimiento, los precios excesivos y los salarios devaluados, dijo el titular de Relaciones Exteriores al intervenir ante el foro, reunido para votar la resolución presentada por el país caribeño sobre la necesidad del fin del cerco.
Rodríguez recordó los esfuerzos del Gobierno de La Habana para garantizar la canasta básica a la población a pesar de las trabas impuestas.
Sólo con un tercio del costo de las afectaciones del bloqueo de marzo de 2022 a febrero de 2023 se habrían podido cubrir los gastos por ese concepto, aseveró.
Al mismo tiempo, sectores como el agrícola o el de energía enfrentar serios obstáculos para adquirir piezas de repuesto o maquinarias.
Bajo estrictas licencias, algunos productos agrícolas en Estados Unidos viajan a la isla sujetos a leyes draconianas y discriminatorias que violan los reglamentos del comercio internacional, aseguró.
Estos productos, agregó, llegan en buques norteamericanos que tienen que regresar vacíos a causa del propio bloqueo.
El canciller cubano recordó el recrudecimiento de las políticas de hostigamiento durante los años más duros de la pandemia, cuando se promovió la exención de sanciones por cuestiones humanitarias en algunos casos.
«¿Por qué se excluyó a Cuba de ese alivio temporal?», cuestionó Rodríguez en rechazo al empleo de la pandemia como aliada de Washington en su política hacia Cuba.
Es doloroso el impacto en la calidad de vida y los servicios que se brindan a la población, enfatizó.
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