La Asamblea General de la ONU aprobó con 187 votos a favor una resolución que pide el fin del cerco unilateral impuesto hace seis décadas por Estados Unidos a Cuba, una victoria moral para la isla, que sin embargo, no es vinculante.
Estados Unidos e Israel votaron en contra del texto titulado Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba. Ucrania se abstuvo, subraya la publicación de la Universidad de Costa Rica.
La resolución reitera el principio de la “igualdad de los Estados, la no intervención y la no injerencia en asuntos internos y la libertad de comercio y navegación internacional” y manifiesta su preocupación sobre la promulgación y la aplicación continuadas de leyes como la estadounidense Helms-Burton, que tiene efectos extraterritoriales, señala la publicación.
“El bloqueo es un acto de guerra económica en tiempos de paz”, dijo el canciller cubano, Bruno Rodríguez en la tribuna, tras recordar que más del 80% de la población cubana solo ha vivido” bajo el régimen de sanciones unilaterales estadounidenses.
Desde 1992 Cuba presenta anualmente una resolución en la Asamblea General de la ONU para pedir el fin del embargo impuesto unilateralmente, en plena Guerra Fría, por el presidente John F. Kennedy para asfixiar al régimen comunista de la isla, rememora el artículo.
Añade la revista que la resolución sometida por Cuba, “insta una vez más a los Estados en los que existen y continúan aplicándose leyes y medidas de ese tipo a que, en el plazo más breve posible y de acuerdo con su ordenamiento jurídico, tomen las medidas necesarias para derogarlas o dejarlas sin efecto”.
Año tras año desde 1992, el máximo órgano de deliberación de las Naciones Unidas ha solicitado sin éxito a Estados Unidos que levante las sanciones a la isla caribeña hasta la fecha, señala el semanario fundado en 1970.
Tras la votación, intervino un representante de los Estados Unidos de América quien comenzó afirmando que su país apoya “con determinación al pueblo cubano” y su consecución de un futuro con respeto a los derechos humanos”, lo cual fue rechazado por la delegación de la isla.
Semanario costarricense de política, cultura y actualidad financiado por la Universidad de Costa Rica, pero con independencia editorial, la publicación que tiene además una edición en línea, mereció en 2019 el Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez.
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