Las imágenes de los cuerpos tirados en la calle frente al hospital son desgarradoras, remarcó el titular de la ONU en un comunicado divulgado aquí tras el hecho que dejó más de una decena de muertos y muchos más heridos, según reportes de prensa.
El alto representante urgió a la liberación de los retenidos en Gaza de forma inmediata e incondicional al tiempo que insistió en un alto al fuego humanitario y el cese de la violencia contra la población en el enclave.
Desde hace casi un mes, los civiles de Gaza, incluidos niños y mujeres, han sido asediados, se les ha negado ayuda, han sido asesinados y han sido bombardeados hasta sacarlos de sus hogares.
Guterres calificó de terrible la situación en la Franja donde no llegan suficientes alimentos, agua y medicinas para satisfacer las necesidades.
El combustible para alimentar hospitales y plantas de agua se está acabando, alertó.
Los refugios de la Agencia de la ONU tienen casi cuatro veces su capacidad máxima y están siendo bombardeados, mientras que las morgues están abarrotadas, lamentó.
En tanto, las tiendas están vacías y la situación sanitaria es pésima, agregó el máximo responsable de Naciones Unidas.
«Estamos viendo un aumento de enfermedades y dolencias respiratorias, especialmente entre los niños. Toda una población está traumatizada. Ningún lugar es seguro», enfatizó.
El diplomático de origen portugués recordó su llamado a respetar el derecho internacional humanitario, proteger a los civiles y la infraestructura civil, incluidos los trabajadores, bienes humanitarios y médicos.
Tampoco se debe utilizar a los civiles como escudos humanos, añadió. Además, recalcó en la necesidad de permitir que los suministros y servicios esenciales y el acceso humanitario sin obstáculos entren y atraviesen Gaza de manera segura en una escala acorde con esta la situación.
«Todos aquellos con influencia deben ejercerla para garantizar el respeto de las reglas de la guerra, poner fin al sufrimiento y evitar un desbordamiento del conflicto que podría abarcar a toda la región, concluyó.
Las autoridades israelíes admitieron el ataque aéreo cerca de la entrada del hospital Al Shifa señalando como objetivo una ambulancia que supuestamente estaba siendo utilizada por una célula de Hamas.
El hecho coincidió con la salida de un convoy de ambulancias del centro médico llevando a los heridos a la frontera entre Gaza y Egipto para recibir tratamiento.
El director del Al Shifa, Mohammad Abu Salmiya, dijo a la prensa que al menos 13 personas murieron y muchas resultaron heridas, entre estas últimas se encontraban paramédicos y pacientes.
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