Según la cadena británica BBC, la extraña figura permaneció oculta durante décadas bajo capas de pintura y barniz, y ahora se aprecia en el cuadro, en la cabecera de la cama, en las sombras, mientras el obispo inglés agoniza, con el rey Enrique VI y dos hombres acompañándole.
John Chu, curador nacional senior de pintura y escultura del National Trust de Reino Unido, destacó sobre esta criatura imaginaria: «No encajaba con algunas de las reglas artísticas de la época tener una figura retórica poética representada tan literalmente como un monstruo”.
Si bien en la literatura se consideraba aceptable introducir la idea de un demonio como algo en la mente de una persona, incluirlo visualmente en una pintura le daba una forma demasiado física, significó Chu.
Añadió que los primeros restauradores malinterpretaron la figura, “la degradación de las sucesivas capas de barniz que recibió a lo largo de los años la hicieron menos visible”.
Por su parte, Becca Hellen, curadora nacional senior de pinturas del National Trust, explicó que las áreas alrededor del demonio fueron particularmente complejas de restaurar.
La obra está basada en una escena de «Enrique VI, Parte II» de William Shakespeare, y representa al cardenal, un hombre conspirador y con ansias de poder que transita hacia los últimos momentos de su muerte.
El cuadro estará a disposición del público en Petworth House en West Sussex, Reino Unido.
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