Según precisó este sábado el diplomático a la agencia de noticias Sputnik, estos cambios en la situación militar que aumentan las capacidades bélicas que amenazan a Rusia, obligan a Moscú a tomar las precauciones militares y técnicas necesarias, para contrarrestarlos.
Este envío de F-35 se tendrá en cuenta en los planes operativos de planificación militar, entrenamiento de tropas, es decir, en todo lo que forma la actividad de las Fuerzas Armadas, señaló Grushkó.
El vicetitular explicó que el envío de esos cazas «es un paso dirigido a aumentar la presión militar sobre Rusia».
«Si observamos las actividades de la Organización del Tratado del Atlántico Norte en su conjunto, veremos la consolidación de sus maniobras, un aumento de su escala, como parte de la política de disuasión de Rusia, por lo que se tomarán todas las precauciones técnico-militares necesarias», subrayó.
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