En declaraciones a la televisora Al Jazeera, el director del centro, Ahmed Al-Kahlout, confirmó la suspensión total del funcionamiento de los generadores y advirtió sobre sus consecuencias.
Ante la falta de combustible nos vimos obligados a cerrar algunos departamentos y fusionar otros con el fin de ahorrar energía, subrayó.
Lamentablemente, ahora priorizaremos la atención médica a los casos que tienen mayores posibilidades de vida, lo que significa condenar a decenas de personas a una muerte segura, lamentó.
Al-Kahlout acusó a Israel de impulsar “un genocidio contra los ciudadanos de Gaza”.
La pasada semana la ministra palestina de Salud, Mai Al-Kaila, anunció la paralización de los principales generadores de electricidad del Hospital Al-Shifa, el más grande del enclave.
En Al-Shifa sólo siguen funcionando un quirófano, el servicio de urgencias y la Unidad de Cuidados Intensivos, confirmó el doctor Yousef Abu El Rish, director de la red de hospitales de Gaza.
A menos que haya electricidad, la instalación se convertirá en una fosa común, alertó el doctor Ghassan Abu-Sittah, en declaraciones a la televisora CNN,
“Es así de sencillo. Si no podemos mantener en funcionamiento los respiradores. Si no podemos llevar a nuestros pacientes gravemente heridos al quirófano, entonces no hay nada para este lugar más que venir a morir”, recalcó.
El Hospital Indonesio, ubicado en el norte de la Franja de Gaza, también quedó a oscuras tras apagar su generador principal por igual motivo.
Según Al-Kaila, 16 de los 35 hospitales en Gaza dejaron de funcionar por los bombardeos israelíes o la falta de combustible, y otros están a punto de paralizar sus labores.
Zafer Milhem, jefe de la Autoridad Palestina de Energía, denunció días atrás que miles de heridos, enfermos y recién nacidos están amenazados de muerte por la falta de electricidad en las instalaciones médicas de esa zona.
Las palabras no pueden describir la catástrofe humanitaria que está ocurriendo allí, declaró a la televisora egipcia Cairo News.
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