“Juro que estamos esperando la muerte. Será mejor que vivir. Estamos esperando la muerte en cada momento, esto es una muerte suspendida”, expresó Abu Jihad en declaraciones a la televisora qatarí Al Jazeera.
Necesitamos una solución, o nos matan a todos o nos dejan vivir, señaló Abu Jihad, quien criticó el silencio del mundo ante los crímenes diarios del Ejército de la vecina nación.
Esta es la valentía de Israel, sus soldados muestran su poderío contra los civiles, denunció a la misma cadena noticiosa Ahmed Ayesh, quien fue rescatado de los escombros de una casa en la ciudad de Khan Younis, donde murieron 11 personas.
Palestinos que escaparon de la zona norte del enclave narraron a Al Jazeera que en el camino hacia el sur, a través de la carretera Salah ed-Din, hay muchos cadáveres abandonados y amplias zonas destruidas, incluidos los densamente poblados barrios de Shujaiya y Zeitoun.
Toda mi familia, todos los descendientes de la familia Qasim están bajo los escombros, denunció un joven en el campamento de refugiados de Al-Shati.
“Nuestra casa principal estaba cerca de la mezquita, y nos mudamos aquí al edificio de mi tío cuando atacaron tanto la mezquita como nuestra casa”, narró.
Esto es una masacre, criticó otro palestino con nacionalidad estadounidense, quien quedó atrapado en el enclave costero por el nuevo ciclo de violencia tras visitar a su familia.
Hemos visto la peor parte de la guerra, bombardearon nuestra calle, a nuestros vecinos, lamentó Hadeel Mohammed Abdel-Aal, quien afirmó que “como cualquier mujer en el mundo” quiere seguridad y paz.
Mientras, el escritor Yousri al-Ghoul acusó a Israel de cometer una limpieza étnica en Gaza.
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