«Necesitamos un préstamo puente de nueve meses que nos ayude con la inversión pública, la educación y a dar beneficios fiscales para la creación de empleo y la inversión privada», explicó el futuro mandatario durante su visita a Estados Unidos.
El futuro inquilino del Palacio de Carondelet señaló que sin programas para generar empleos no aumentarían los ingresos del Estado ni las exportaciones y por tanto “será muy difícil para este Estado no entrar en ‘default’ en 2026 y 2027″.
Hasta ahora no se ha dicho si el FMI, el Banco Mundial, o el Banco Interamericano de Desarrollo otorgarán otro crédito a Ecuador ni qué condiciones impondrían en caso de facilitarle recursos a Noboa.
Actualmente, gobiernos provinciales y municipales exigen a la administración del presidente Guillermo Lasso el pago de los recursos para los territorios, aunque según economistas afirman que la caja del Estado se encuentra en números rojos.
El exministro de Finanzas, Carlos de la Torre, declaró a la emisora Radio Pichincha que el nuevo gobierno enfrentará una situación fiscal gravísima, sin recursos, debido a un presupuesto mal hecho para 2023, con ingresos inflados y gastos subestimados.
Ante ese panorama, Lasso y su equipo recurrieron a la preventa petrolera y hasta pueden hasta pedir un préstamo al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, pero según de la Torre, el gobierno de Noboa debería cobrar las deudas por impuestos, que llegan a casi a dos mil millones de dólares.
Además, propuso reducir los montos que se otorgan por exenciones y beneficios tributarios a los grandes contribuyentes.
Noboa, sólo tendrá desde diciembre de este año hasta mayo de 202, para enfrentar esos desafíos, aunque él mismo dijo que se postulará nuevamente en la venidera contienda electoral.
Esta semana, el joven gobernante reveló que entre las primeras leyes que presentará ante el Parlamento se encuentra una reforma tributaria.
Según estimaciones recientes, la dolarizada economía ecuatoriana crecerá este año 1,4 por ciento, la mitad de lo estimado en un principio, y enfrentará un déficit fiscal de cinco mil millones de dólares, que representa cerca del cuatro por ciento del Producto Interno Bruto.
Para los expertos, aunque Noboa se dice de centro, en la práctica defiende los intereses de la derecha, del neoliberalismo y del sector empresarial.
jha/avr