Zafer Milhem, jefe de la Autoridad Palestina de Energía, cifró en 80 millones de dólares las pérdidas solo por los daños causados.
En declaraciones a la radioemisora La Voz de Palestina, denunció que Israel también destruyó en los últimos días paneles solares, la única fuente de energía que quedaba en el territorio.
Criticó la negativa del gobierno de Benjamín Netanyahu a permitir la entrada de combustible al enclave costero, lo cual impide el funcionamiento de los generadores de reserva de los hospitales y de las plantas de bombeo de agua potable.
La pasada semana, Milhem alertó que miles de heridos, enfermos y recién nacidos están amenazados de muerte por la falta de electricidad y combustible en las instalaciones médicas del territorio.
En declaraciones a la televisora egipcia Cairo News, calificó de trágica la situación allí, donde viven unos 2,3 millones de personas.
En específico, denunció la crisis con cientos de bebés que están en incubadoras.
Las palabras no pueden describir la catástrofe humanitaria que está ocurriendo en Gaza, alertó entonces.
“No estamos hablando de abastecer a las centrales eléctricas, lo único que queremos es dotar de electricidad a los hospitales para que puedan cumplir con su deber de ayudar a los heridos”, subrayó.
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