Es el mismo poder con otras herramientas, apuntó en referencia a empresas como Google, Twitter (ahora X) y otras que campean en Internet y manifiestan su hegemonía “en la censura sobre la guerra entre Ucrania y Rusia” o en Uruguay, con el llamado caso Marset.
Alfaro se refirió a ese escándalo que involucró a altos cargos del gobierno del presidente Luis Lacalle Pou en la habilitación de un pasaporte al narcotraficante uruguayo Sebastián Marset, hoy prófugo de la justicia y reclamado por Interpol.
Al respecto comentó la cobertura de los “medios dominantes” de su país. “No han tenido más remedio que divulgar los entretelones del escándalo, porque les explotó en la cara”, apuntó.
ALIANZA DE MEDIOS ALTERNATIVOS
La comunicadora uruguaya defiende el propósito de establecer una alianza de medios de comunicación alternativos.
En ello coincide con la convocatoria de Prensa Latina al foro De Cuba al Mundo: “Nueva Operación Verdad”, que en La Habana reunirá del 20 al 24 de enero próximos a ministros de Información, directivos de prensa, reconocidos periodistas, intelectuales y personalidades de todo el mundo.
El encuentro propone debatir, entre otros temas, la comunicación en los tiempos actuales, el desafío de las noticias falsas y la búsqueda de alianzas por un Nuevo Orden Internacional de la Información.
“La propuesta de Prensa Latina llega en un momento crucial en la historia de la humanidad”, opinó la entrevistada.
A su juicio, la guerra entre Ucrania y Rusia y la ofensiva bélica de Israel luego de los ataques de Hamas, ponen de relieve la necesidad de reconstruir discursos.
También denunciar las “fake news” y tejer una alianza de medios de comunicación “para romper el cerco, por ejemplo, en torno a los bombardeos israelíes contra la población de Gaza”.
Remarcó que en esos conflictos “la censura clavó la estaca y fueron sacados medios y canales de televisión que no estaban en sintonía”.
Necesitamos consensuar líneas de trabajo, coordinarnos para implementar campañas, divulgar noticias. Hoy hacemos lo que podemos, cada uno por su lado, puntualizó.
El POPULAR, SIEMPRE JUNTO AL PUEBLO
El Popular se inscribe en el centro de las luchas del pueblo uruguayo, al acompañar el desarrollo del movimiento popular, dice su directora.
Su primer número salió publicado el 1 de febrero de 1957. Llegó a ser un diario de “gran llegada”, cuando la prensa impresa marcaba la nota. “Su agenda y carisma llegaba a los barrios, pero también a través de la militancia”.
Pasaba de mano en mano en las fábricas, la Universidad de la República, otros centros estudiantiles, en el ómnibus, en todos lados, rememora la actual editora del rotativo.
Era un diario muy querido y esperado por la clase trabajadora, asegura, y ejemplifica con algunas de sus históricas coberturas como los conflictos encarados por los obreros en los años 50, la huelga de la industria frigorífica y el enfrentamiento a las represiones y clausuras en los años 60.
FRENTE A LA DICTADURA
El Popular, sus trabajadores, periodistas y fotógrafos, enfrentaron y denunciaron el golpe de Estado y la dictadura cívico-militar que se instauró en 1973.
Destaca la cobertura a la huelga general que se desató el 27 de junio de aquel año, cuando fueron ocupadas las fábricas para repudiar el acto golpista.
Para Victoria Alfaro, esa publicación era entonces prácticamente la única que cubría la movilización popular .Tampoco hay un registro fotográfico como el que atesoró el periódico del PCU en aquella época.
Por tal motivo, el 19 de mayo de este año el Consejo Ejecutivo de la Unesco aprobó la inclusión del Archivo Fotográfico del diario El Popular en el registro internacional del Programa Memoria del Mundo. Fundamenta que “es uno de los conjuntos fotográficos con valor histórico y social más significativos de Uruguay”.
Pero el 9 de julio de 1973 las tanquetas del Ejército entraron en la sede del periódico en el edificio Lapido de la emblemática avenida 18 de julio. Ocurrió luego de la gran manifestación popular contra el golpe de Estado.
“Lo destrozaron todo, el taller, la redacción, administración. Sacaron a palos a los trabajadores escaleras abajo. Hicieron incluso un simulacro de fusilamiento en la acera y después se llevaron a los compañeros y compañeras a prisión”, relata Victoria.
El periódico, clausurado definitivamente en 1973, comenzó su etapa clandestina. Pequeñas imprentas, mimeógrafos instalados en algunas casas continuaron dando la batalla.
Se llamó Carta Clandestina y luego Carta Popular. En el listado de los 192 detenidos desaparecidos en Uruguay muchos son comunistas. Uno de ellos fue Juan Manuel Brieba, detenido el 30 de octubre de 1975 con su mamá en su casa, donde operaba una imprenta a escondidas de las fuerzas represivas.
Uruguayos exiliados dieron luz a algunos números en el exterior, sobre todo en Suecia.
La vuelta a la democracia tiene a El Popular inmerso en los nuevos combates, indica su directora.
Hoy lo hace cual semanario que “mantiene la brújula en el empeño de darle voz a quienes no la tienen en los medios hegemónicos”.
*Corresponsal jefe de Prensa Latina en Uruguay
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