La visita de Power a Quito acentúa la presencia y las actividades de su institución en el país sudamericano, de donde salieron en 2014 expulsados por el gobierno del entonces presidente Rafael Correa.
El exgobernante decidió sacar a la agencia del territorio nacional tras denunciar su financiamiento a instituciones «disfrazadas de ONG (Organizaciones No Gubernamentales)» bajo un supuesto programa de «fortalecimiento de la democracia».
Luego, en 2019, durante el mandato de Lenín Moreno, la relación entre Ecuador y Estados Unidos dio un giro y la Usaid retornó para implementar sus “programas de apoyo”.
En días recientes Power declaró a la prensa que implementará una iniciativa en Ecuador para dar asistencia técnica al Gobierno central, así como a las administraciones provinciales y municipales para el fortalecimiento y manejo de planes de seguridad.
Este jueves, Lasso y la jefa del organismo estadounidense dialogaron en el Palacio de Carondelet sobre esos planes de cooperación que, según la visitante del país norteño, van a “marcar la diferencia en la lucha contra el aumento de la delincuencia y la violencia».
Durante el encuentro, el gobernante saliente destacó la cooperación que mantienen con esa agencia.
La víspera, la funcionaria norteamericana presentó un proyecto que, según manifestó, permitirá mejorar las condiciones y oportunidades económicas de unos 800 pequeños agricultores ecuatorianos y aseguró que la Usaid continuará su apoyo a Ecuador cuando Noboa asuma la presidencia.
El futuro gobernante, que deberá asumir el cargo el 30 de noviembre o el 1 de diciembre (aún no está definido), continuará la línea de su predecesor de profundizar la relación con Estados Unidos, aseguran usuarios en redes sociales que califican esa actitud como entreguista.
Al salir este jueves de su reunión con Power, Noboa declaró a la prensa que la Usaid está alineada con los intereses de su gobierno y lo respaldarán con planes en materia de seguridad, con una inversión superior a los 50 millones de dólares, y proyectos de infraestructura para generar empleo.
Tendremos una segunda reunión para reorganizar los programas que ya estaban en marcha y enfocarnos en nuestras prioridades, pero primero hay que impulsar leyes económicas urgentes y una consulta popular, manifestó el próximo jefe del Estado ecuatoriano.
Power, por su parte, anunció que la oficina de la agencia en el país ascenderá de categoría y pasará a ser una misión completa.
Actualmente, según el embajador estadounidense en Ecuador, Michael Fitzpatrick, las distintas entidades de su país dedican alrededor de 100 millones de dólares anuales a Ecuador.
Las declaraciones de las autoridades actuales y futuras de esta nación andina indican que la política de cercanía a la Casa Blanca se mantendrá e incluso se reforzará, a pesar de los cuestionamientos de analistas, líderes políticos y ciudadanos.
En la geopolítica internacional, Ecuador se mantendrá como un territorio clave para los intereses de Estados Unidos en América Latina.
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