Este viernes, el organismo rector de los comicios, emitió un comunicado donde afirma que el Ministerio de Economía y Finanzas no ha acreditado los valores pendientes para remunerar a los ciudadanos que participaron como autoridades electorales en los dos procesos de este año.
El CNE hizo un llamado a la cartera de Estado a cumplir con los pagos y aseguró que el retraso afecta a quienes desempeñaron un papel fundamental en el fortalecimiento de la democracia del país.
En la mañana de hoy empleados y representantes de compañías proveedoras de bienes y servicios al Estado protestaron en Quito para exigir al gobierno cumplir con los atrasos financieros.
Esta semana, representantes de 821 municipios y parroquias rurales de Ecuador también marcharon en esta capital para demandar a Lasso las asignaciones pendientes para las administraciones locales.
Las autoridades de comunidades rurales y prefectos de las 24 provincias expresaron su preocupación por la falta de recursos económicos, lo cual conlleva a la paralización de obras públicas y limita la preparación para el fenómeno climático El Niño.
El mandatario electo, Daniel Noboa, reconoció la víspera que el país enfrenta una situación fiscal preocupante.
Durante su visita a Estados Unidos, se reunió con jefes del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional y admitió que será difícil pagar los créditos con esos organismos debido al estado financiero de las cuentas del Estado.
«Necesitamos un préstamo puente de nueve meses que nos ayude con la inversión pública, la educación y a dar beneficios fiscales para la creación de empleo y la inversión privada», explicó el futuro gobernante a sus acreedores internacionales.
Para contribuir a las arcas del país, el próximo presidente reveló que entre las primeras leyes que propondrá al Parlamento se encuentra una reforma tributaria, para promover el empleo sin elevar impuestos.
Según estimaciones recientes, la dolarizada economía ecuatoriana crecerá este año 1,4 por ciento, la mitad de lo estimado en un principio, y enfrentará un déficit fiscal de cinco mil millones de dólares, que representa cerca del cuatro por ciento del Producto Interno Bruto.
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