“Sobrecargado, con escasos suministros y cada vez más inseguro, el sistema de salud de Gaza llegó a un punto de no retorno que pone en riesgo la vida de miles de personas heridas, enfermas y desplazadas”, subrayó la entidad en un comunicado.
En los últimos días, los equipos del CICR que distribuyen suministros esenciales a las estructuras médicas del territorio fueron testigos de imágenes horrendas que ahora empeoraron debido a la agudización de las hostilidades, alertó.
El CICR advirtió que los combates afectan gravemente a hospitales y ambulancias, y cobran un alto precio entre la población civil, los pacientes y el personal médico.
Los hospitales infantiles no escaparon de la violencia, incluidos el Al-Rantisi, que paralizó sus operaciones, y el Al-Nasr, gravemente dañado, agregó.
El organismo internacional se refirió en específico al complejo médico Al-Shifa, el más grande del territorio.
El hospital de referencia de la Franja ya desbordado de pacientes, acoge ahora a miles de familias desplazadas que perdieron sus hogares durante el último mes debido al conflicto, indicó.
La entidad advirtió a Israel que “cualquier operación militar alrededor de los hospitales debe tener en cuenta la presencia de civiles, que están protegidos por el derecho internacional humanitario”.
Las reglas de la guerra son claras: los centros de salud son instalaciones especialmente protegidas por el derecho internacional humanitario, recalcó.
“Esta protección no es solo una obligación legal, sino un imperativo moral para preservar la vida humana en estos tiempos terribles”, afirmó.
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