El banquero dejará un país sumido en la peor ola de inseguridad de su historia, una crisis energética, problemas en su economía, y un trance fiscal que, según analistas, para el recién electo mandatario Daniel Noboa, será difícil de solucionar en apenas un año y medio de administración.
Este miércoles, representantes de 821 municipios y parroquias rurales del país andino marcharon en esta capital para demandar a Lasso las asignaciones pendientes para las administraciones locales.
Las autoridades de comunidades rurales y prefectos de las 24 provincias expresaron su preocupación por la falta de recursos económicos, lo cual conlleva a la paralización de obras públicas y limita la preparación para el fenómeno climático El Niño.
Los gobiernos autónomos provinciales también exigieron a Lasso y su equipo el pago de 563 millones de dólares que están pendientes, porque sin esos fondos no podrán siquiera pagar los salarios de los próximos meses a los funcionarios de las prefecturas y prestadores de servicios.
De igual manera, en la mañana de este viernes, empleados y representantes de compañías proveedoras de bienes y servicios al Estado protestaron en Quito para exigir al gobierno cumplir con los atrasos financieros.
Más tarde, el Consejo Nacional Electoral (CNE) se sumó a las instituciones que reclaman al Ejecutivo el pago de deudas, en su caso valoradas en 3,5 millones de dólares.
El organismo rector de los comicios, emitió un comunicado donde afirma que el Ministerio de Economía y Finanzas no ha acreditado los valores pendientes para remunerar a los ciudadanos que participaron como autoridades electorales en los dos procesos de este año.
El CNE hizo un llamado a la cartera de Estado a cumplir con los pagos y aseguró que el retraso afecta a quienes desempeñaron un papel fundamental en el fortalecimiento de la democracia del país.
Noboa reconoció la víspera que el país enfrenta una situación fiscal preocupante, por lo que durante su visita a Estados Unidos, se reunió con jefes del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional y admitió que será difícil pagar los créditos con esos organismos debido al estado financiero de las cuentas del Estado.
Necesitamos un préstamo puente de nueve meses que nos ayude con la inversión pública, la educación y a dar beneficios fiscales para la creación de empleo y la inversión privada, explicó el futuro gobernante a sus acreedores internacionales.
A propósito, expertos aquí advirtieron que estas intenciones del futuro jefe del Ejecutivo indican que la política de cercanía a la Casa Blanca se mantendrá e incluso se reforzará, a pesar de los cuestionamientos de analistas, líderes políticos y ciudadanos.
En la geopolítica internacional, Ecuador se mantendrá como un territorio clave para los intereses de Estados Unidos en América Latina, alertaron.
lam/nta