Según estas fuentes, un dron «kamikaze» impactó contra una instalación de las fuerzas del Pentágono en la base Green Village, en el yacimiento petrolífero de Al-Omar en la provincia de Deir Ezzor, a unos 500 kilómetros al nordeste de esta capital.
La autodenominada Resistencia Islámico de Iraq anunció la autoría de la acción y aseguró que el vehículo aéreo no tripulado dio en el blanco señalado.
Asimismo, un bombardeo con 15 cohetes alcanzó infraestructuras militares norteamericanas en el campo gasífero de Koniko, en la misma gobernación.
Washington mantiene una quincena de bases en territorio sirio sin el consentimiento del Gobierno de Damasco, ni la aprobación de las Naciones Unidas.
Siria denunció repetidamente esta presencia, la que calificó de ocupación, y aseguró que la actuación de los militares estadounidenses en el territorio nacional incentiva la actividad terrorista y apunta a desestabilizar el país y saquear sus riquezas.
Los ataques contra esas bases aumentaron notablemente desde el comienzo de la agresión israelí contra la Franja de Gaza y causaron lesiones a al menos 45 militares estadounidenses, según reportes.
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