Un comunicado del Ejército señaló que la operación estratégica, iniciada hace unos días con el objetivo de erradicar a los grupos armados que operan en la región de Kidal, logró importantes avances y los rebeldes fueron desalojados de sus posiciones.
Se dijo que en los combates participaron fuerzas terrestres y aéreas del Ejército maliense y que las operaciones continúan con la mayor determinación.
Por su parte, los rebeldes tuareg negaron estas afirmaciones y sostienen que rechazaron la ofensiva en la zona donde estaban desplegados entre Tin Akaola y Aguelhok, a unos 25 kilómetros al oeste de Kidal y que los combates continúan.
La coalición rebelde tuareg, Coordinación de Movimientos del Azawad (CMA), se ha adjudicado las acciones contra los militares malienses en los últimos tiempos.
Recientemente, el CMA afirmó que estaba en estado de guerra con la junta militar de Malí tras denunciar una serie de ataques por parte del Ejército, y los últimos combates han dejado ya decenas de muertos.
El pasado mes de abril, Naciones Unidas pidió a las partes enfrentadas en el norte y centro de Malí que rebajen tensiones con el propósito de relanzar el pacto de paz suscrito en 2015.
El referido Acuerdo de paz, firmado hace casi ocho años en Argel, capital de Argelia, contempla, entre otros acápites, que los separatistas tuareg integren las fuerzas armadas del país y que las autoridades nacionales impulsen un plan de seguridad y desarrollo económico subregional.
Mali, país del Sahel, vive sumido en una profunda crisis política, acrecentada luego de sucesivos golpes de estado ocurridos en agosto de 2020 y mayo de 2021, y es afectado también por continuas agresiones de grupos armados islamistas.
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