El profesor de Biología de la Pontificia Universidad Católica de Ecuador (PUCE), Santiago Ron, advirtió a través de su red social X que en la isla Santa Cruz, los reptiles comen una gran cantidad de plásticos debido a la acumulación de basura en su hábitat.
De acuerdo con Ron, además de plásticos, los galápagos también ingieren materiales de construcción, vidrio, telas, papel, metales y caucho, aunque -dijo- la frecuencia de plásticos en su dieta fue mayor.
Al parecer, confunden más fácilmente plásticos con su alimento natural, explicó el investigador.
Asimismo, detalló que se encontró un promedio de basura por cada dos metros cuadrados que no vino del océano -alertó- como se ha documentado, en otros estudios. La basura fue generada localmente en el archipiélago, comentó Ron.
El especialista especificó que el color del plástico también tiene un efecto, pues las tortugas comen con más frecuencia materiales verdes y blancos, por su disponibilidad en el ambiente.
Según Ron, los efectos en el organismo de las tortugas tras la ingesta de plásticos serían similares a los ocasionados en otras especies como aves y especies marinas.
Por ejemplo -reveló- los plásticos causan en úlceras en el estómago de las tortugas gigantes, lo que afecta la eficiencia de su sistema digestivo y también perjudica su reproducción y supervivencia, llevándolas a la muerte, lamentó.
Pero lo que sí está claro es que hay consecuencias para el ambiente y hasta económicas. La presencia de las tortugas en el ecosistema ha permitido áreas más abiertas y vegetación menos densa. Es la forma en que Galápagos se ha mantenido por años, declaró.
Las tortugas gigantes incluyen diversas especies del género Chelonoidis, también conocidas como tortugas gigantes de las islas Galápagos y son las más longevas de todos los vertebrados, con un promedio de vida de más de 100 años.
Son consideradas como las ‘ingenieras de las islas’, porque se encargan de cambiar y regenerar la arquitectura del medio ambiente. Sin embargo, viven amenazadas y están en peligro crítico de extinción, según la Lista Roja de Especies Amenazadas.
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