De acuerdo con Liu Aihua, portavoz de la Oficina Nacional de Estadísticas, el país avanza hacia un desarrollo de alta calidad con políticas macroeconómicas que generan efectos positivos.
«En octubre, el valor añadido de las principales empresas industriales creció un 4,6 por ciento interanual, un incremento ligeramente superior en comparación con el mes anterior», reveló.
Según la vocera, el índice de producción de servicios aumentó un 7,7 por ciento interanual, lo cual representa una mejora del 0,8 por ciento respecto a septiembre.
Por otro lado, las ventas minoristas totales de bienes de consumo alcanzaron los cuatro mil 333 billones de yuanes (unos 598 mil 100 millones de dólares), un aumento interanual del 7,6 por ciento y una expansión significativa en comparación con septiembre, subrayó.
Las importaciones y exportaciones de bienes totalizaron 35 mil 417 billones de yuanes, alrededor de cinco mil billones de dólares, con un aumento del 0,9 por ciento interanual.
Asimismo, la balanza comercial registró un superávit de 405 mil 500 millones de yuanes, casi 60 mil millones de dólares.
Otros indicadores muestran una tasa de desempleo urbana estable en el 5,0 por ciento en octubre, mientras que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) cayó un 0,2 por ciento interanual y un 0,1 por ciento intermensual.
En octubre los chinos celebraron el Día Nacional y disfrutaron de poco más de una semana de feriados que disparó el consumo interno, los viajes y la demanda de productos y bienes, un aliciente para la economía del gigante asiático.
En medio de un escenario internacional complejo, Beijing otorga un fuerte respaldo político a la recuperación con medidas encaminadas a aumentar la inversión, apoyar al desarrollo de la economía real, promover aún más la reforma y la apertura del país, así como mejorar el bienestar público.
De hecho, el Fondo Monetario Internacional elevó recientemente su previsión de crecimiento económico para China en 2023 al 5,4 por ciento por el aumento del consumo y las últimas medidas gubernamentales, en un momento en el que varios expertos occidentales daban por hecho el colapso económico de la nación asiática.
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