Con carteles en rechazo al actual presidente Guillermo Lasso, los participantes en las manifestaciones recorrieron calles de las dos principales urbes del país.
Los trabajadores presentes afirmaron que como hace más de un siglo la clase obrera actualmente se mantiene en Ecuador en lucha por sus derechos y llamaron a la resistencia ante un posible oleaje neoliberal.
En los actos también hubo banderas de Palestina en solidaridad con ese pueblo de Medio Oriente, que sufre en la Franja de Gaza los ataques desmedidos de Israel desde hace más de un mes.
A la clase obrera se sumaron el Comité Popular 15 de Noviembre, el Partido Comunista de Ecuador, el Movimiento Guevarista, la Coordinadora por la Paz, la Soberanía, la Integración y la No Injerencia (CPAZ), y el Frente Unido de Defensa del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).
La huelga del 15 de noviembre de 1922 es conocida aquí como el bautizo de sangre de la clase obrera y por ser el hecho que marcó el inicio de las luchas de los trabajadores ecuatorianos por sus derechos.
Aquel día miles de obreros salieron a las calles de Guayaquil en reclamo de justicia laboral y fueron masacrados por orden del entonces presidente José Luis Tamayo sin que hasta hoy se conozca el número exacto de muertos, muchos de ellos arrojados al río Guayas.
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