Sería de hecho la reelección de Sánchez, tras casi cinco accidentados años, aunque en esta ocasión con varios signos de interrogación a su alrededor por la propuesta de ley de amnistía a los independentistas del llamado procés de Cataluña en 2017.
Los debates en la Cámara Baja la víspera rebasaron los horarios previstos y se cree que este jueves ocurrirá lo mismo. A todas luces, las votaciones se realizarán al comienzo de la tarde.
Los acuerdos de los socialistas del PSOE con Junts y Esquerra Republicana de Cataluña, permitirían a Sánchez obtener el apoyo de 179 diputados de los 350 que componen el Parlamento, tres escaños más de los requeridos para hacerse del poder.
El actual presidente del Gobierno en funciones cuenta además con la mayoría absoluta gracias también al espaldarazo de la coalición Sumar; PNV y EH Bildu del País Vasco; BNG de Galicia; y Coalición Canaria.
Sin embargo, su discurso la víspera no gustó a Junts, que a través de su portavoz Miriam Nogueras se lo hizo saber, con veladas amenazas de que el arreglo con el PSOE pudiera cambiar si incumplen con lo acordado.
Las palabras de Sánchez, varias veces además de su intervención central de unos 100 minutos, y las réplicas del opositor Alberto Núñez Feijóo y sus allegados, dejaron ácidos encontronazos en el Legislativo.
Núñez Feijóo, en calidad de presidente del Partido Popular (PP), no dejó de enfrentarse a Sánchez en duros términos, aunque aceptó el juego de la democracia al convenir que las sesiones de investidura de su rival están dentro de los marcos aceptados por los políticos.
El gobernante defendió la plena legitimidad de su investidura, que valoró como una suerte de muro de democracia, progreso y convivencia frente a las actitudes ‘reaccionarias y retrógradas’ del PP y Vox.
Justificó la amnistía a dirigentes del ‘procés’ independentista de Cataluña por “el interés de España”, en defensa de la concordia y la estabilidad futura de esa comunidad autónoma.
Por su parte, Feijóo, acusó a Sánchez de “corrupción política” y frivolidad extrema con falta de ética, en especial después de escuchar los ataques del líder socialista al PP y a sus dirigentes regionales.
Consideró que es falso que su rival tenga detrás una mayoría, “porque lo que se trae hoy a la Cámara no se votó en las urnas”.
Subrayó asimismo que la investidura (de Sánchez) ‘nace de un fraude’, en alusión a la ley de amnistía.
‘Llega investido a esta Cámara desde Waterloo’, sentenció en referencia al pacto del PSOE con el mandamás de Junts, Carles Puigdemont, quien se encuentra prófugo de la justifica desde 2017 en esa urbe belga.
En todo caso, no mantuvo el tono altisonante y agresivo de Santiago Abascal, el mandamás del ultraderechista Vox, quien además de comparar a Sánchez con Hitler y llamarlo dictador, volvió a las calles alentando una manifestación-sublevación en el entorno de la sede del PSOE en Madrid.
En los comicios del pasado 23 de julio, el conservador PP alcanzó 136 diputados en el Congreso y el Partido Socialista, 122, pero ninguno de los dos podía aspirar al poder sin alianzas.
La opinión pública está dividida e incluso figuras de partidos que apoyarán a Sánchez en la investidura presidencial ponen en duda el alcance de la legislatura, que debería abarcar cuatro años y muchos apuntan a dos por las tensiones existentes.
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