Agrupaciones como PRO of the Concerned Muslims, Emancipation Support Committee, Caribbean Freedom Project, Joint Trade Union Movement, Movement for Social Justice y Network of NGOs for the Advancement of Women lanzaron la petición en una carta abierta al primer ministro Keith Rowley.
Los firmantes manifiestan gran preocupación por el deterioro de la crisis humanitaria entre los palestinos, al exigir el cese de los vínculos diplomáticos con Tel Aviv y la revocación de las credenciales del embajador israelí en Trinidad y Tobago, Itai Bardov.
Censuran las críticas de Bardov a la postura de Puerto España y de la Comunidad del Caribe en contra de la agresión en Gaza, urgen el reconocimiento inmediato del Estado de Palestina y detener el comercio con Israel.
Consideraron que la nación caribeña también debe poner fin a las compras de equipos militares y tecnológicos para el uso de los servicios de seguridad, boicotear las actividades deportivas o culturales con participación israelí y sumarse a las iniciativas internacionales de condena a dicho territorio.
“Israel debe quedar en aislamiento (…) antes lo hicimos respecto al apartheid en Sudáfrica, ahora debemos debemos hacerlo otra vez”, concluyye el texto, al citar los índices de muerte y destrucción en Gaza.
En poco más de 30 días, la ofensiva castrense del ejército israelí sobre la Franja ocasionó la muerte a más de 11 mil personas, la mayoría mujeres y niños, y heridas a 27 mil, e incluyó el asedio y bombardeo a campos de refugiados e instalaciones hospitalarias.
A ello se suma que, según estimaciones de la Comisión Económica y Social para Asia Occidental de las Naciones Unidas, el 96 por ciento de la población de ese territorio enfrenta una privación sin precedentes de todos los servicios esenciales.
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