En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores y Emigrantes condenó la “nueva fase de esta guerra bárbara” en el sur del enclave costero.
La campaña es una continuación de un plan israelí destinado a ejercer las formas más atroces de presión militar contra los civiles palestinos y empujarlos a completar el desplazamiento del sur hacia el extremo meridional de la Franja, subrayó.
Condenamos esta guerra genocida contra nuestro pueblo, que incluye masacres y ataques contra viviendas, edificios e instalaciones, y civiles desarmados con el objetivo de destruir esa región y liquidar la presencia palestina en su interior, afirmó el texto.
También denunció “las violaciones y los crímenes cometidos por las fuerzas de ocupación y las milicias armadas de colonos en la ocupada Cisjordania”.
La Cancillería advirtió sobre el peligro de la escalada de violencia por la expansión de la invasión terrestre del Ejército hacia zonas del centro y sur de Gaza.
Al respecto, destacó los llamamientos castrenses para evacuar barrios en la ciudad meridional de Khan Yunis.
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