Mientras los sindicatos piden subir los sueldos de los actuales 450 dólares hasta 552 para que cubra el valor de la canasta vital, mientras los empresarios creen que sólo deben incrementar 4,12 dólares porque apenas tres de cada 10 ecuatorianos tienen un empleo adecuado, reportó el portal digital Primicias.
En caso de que las partes no lleguen a un consenso en un nuevo encuentro, el nuevo Gobierno, a través del Ministerio de Trabajo, deberá definir la remuneración del próximo año.
De acuerdo con la legislación vigente, el Ejecutivo no puede reducir los sueldos, sino aumentarlos para cumplir con la progresividad de los derechos del trabajador establecida en la Constitución.
El presidente Guillermo Lasso prometió elevar las remuneraciones al menos hasta 500 dólares hasta el final de su período, pero tras la muerte cruzada y las elecciones anticipadas, esa oferta quedó inconclusa.
Aunque las organizaciones sindicales piden 100 dólares más, esos ingresos obligatorios sólo los reciben aquellos empleados formales, o sea, menos de la mitad de los trabajadores ecuatorianos, mientras que quienes se buscan la vida en la informalidad, no tienen ese tipo de garantías y por lo general reciben una cantidad inferior.
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