A la exprimera dama, de 96 años, le diagnosticaron demencia en mayo y se une al exmandatario, quien desde febrero pasó a esos cuidados.
El exsenador estatal Jason Carter dijo en un comunicado emitido por el Centro Carter que sus padres están “pasando tiempo juntos y con su familia».
Como primera dama estuvo presente regularmente en las reuniones del Gabinete y sirvió como enviada a países latinoamericanos durante la presidencia de su esposo.
James Carter, que cumplió 99 años el 1 de octubre, es el presidente más longevo de la historia de Estados Unidos. Su entrada a cuidados paliativos en casa se produjo tras una serie de breves estancias en el hospital.
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