El Programa Mundial de Alimentos (PMA) alertó en un comunicado difundido aquí que casi toda la población de ese enclave costero necesita desesperadamente comida.
Los suministros de alimentos y agua son prácticamente inexistentes y solo una fracción de lo que se necesita llega a través de las fronteras, subrayó la directora ejecutiva del PMA, Cindy McCain.
“Con el invierno acercándose rápidamente, los refugios inseguros y superpoblados, y la falta de agua potable, los civiles se enfrentan a la posibilidad inmediata de morir de hambre”, lamentó.
McCain señaló que no hay forma de satisfacer las necesidades actuales con un solo cruce fronterizo operativo.
Israel mantienen cerrada su frontera con la Franja, que solo tiene el paso de Rafah, que limita con Egipto, como su única vía de contacto con el resto del mundo.
El PMA confirmó el cierre de la última panadería que operaba en la zona debido a la falta de combustible, provocado por el bloqueo total impuesto por el gobierno de Benjamin Netanyahu.
La escasez de diésel paralizó la producción de pan en las 130 panaderías de Gaza, ahora allí ese producto es escaso o inexistente, apuntó el organismo internacional.
Resaltó que la falta de combustible también paralizó la distribución y las operaciones humanitarias, incluida la entrega de asistencia alimentaria.
De los mil 129 camiones que entraron a Gaza desde la apertura del paso fronterizo de Rafah el 21 de octubre, sólo 447 transportaban alimentos, indicó el Programa.
Si bien acogemos con satisfacción el aumento del número de vehículos que cruzan, el volumen es lamentablemente insuficiente, afirmó.
“El colapso de las cadenas de suministro de alimentos es un punto de inflexión catastrófico en una situación ya de por sí grave, en la que las personas fueron despojadas de sus necesidades básicas”, indicó Samer Abdeljaber, representante del PMA en Palestina.
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