El lanzamiento de este sábado fue el segundo intento de llevar fuera de la órbita terrestre a Starship sobre el cohete Super Heavy, tras fracasar en abril similar propósito unos cuatro minutos después del despegue.
Starship, creada para llevar astronautas a la Luna y, posiblemente, Marte, se elevó a unos 90 kilómetros del suelo en un vuelo previsto de 90 minutos al espacio.
Al parecer en la primera etapa del Super Heavy logró una maniobra crucial para separarse de su etapa central, pero explotó sobre el golfo de México poco después de desprenderse.
Mientras el cohete central de Starship siguió su avance y como a los 10 minutos de vuelo un locutor de la compañía dijo que el control de misión de SpaceX había perdido repentinamente el contacto con el vehículo.
«Hemos perdido los datos de la segunda etapa (…) creemos que hemos perdido la segunda etapa», informó el presentador de la transmisión en directo de SpaceX.
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