Trump se vendió como el gran estadista, único capaz- según él- de evitar una Tercera Guerra Mundial y centró la mayor parte de su discurso en el actual presidente Joe Biden, a quien llamó «persona estúpida», «incompetente» e incapaz de representar a Estados Unidos en el escenario mundial en medio de crisis internacionales.
«Este no es un hombre que debería gobernar el país», dijo el exmandatario (2017-2021) al tirarle también a sus rivales republicanos en la lucha por la nominación, quienes estuvieron en los últimos días en Iowa.
Trump atacó al gobernador de Florida, Ron DeSantis, burlándose de su lucha por ganar impulso en la carrera, y a la exembajadora de la ONU Nikki Haley. A ambos los catalogó de ser desleales por postularse contra él.
«La conozco bien, no está a la altura del trabajo», señaló el expresidente al referirse a Haley.
Trump no mencionó a la gobernadora de Iowa, Kim Reynolds, que recientemente respaldó a DeSantis y ha sido el blanco de la ira del exocupante del Despacho Oval.
«Aquí elegí a mucha gente», subrayó Trump. «Incluidos (el senador estadounidense Chuck) Grassley, que estaba teniendo un problema, y (la senadora estadounidense Joni) Ernst, que tenía un problema realmente grande… Logré que los eligieran, recuerden eso», reseñó el diario Des Moines Register.
Grassley ganó su octavo mandato en el Senado en 2022 con el 56 por ciento de los votos, mientras Ernst logró un segundo periodo con el 52 por ciento de las papeletas en 2020.
Trump sugirió que ya es amplio el margen de su victoria en Iowa, por lo tanto sus contrincantes debían poner un punto final ahí y que a partir de entonces el Partido Republicano centre su atención y recursos en las elecciones generales de 2024.
En las visitas a Iowa, desde que comenzó la guerra entre Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica Hamas a principios de octubre, el exgoberante ha insistido cada vez más en su enfoque pasado y futuro de las relaciones internacionales, recordando conversaciones con líderes mundiales y tachando a Biden de incompetente, señaló el rotativo.
Este sábado pidió a sus seguidores que lo devolvieran a la Casa Blanca y le otorgaran nuevamente un asiento en la mesa mundial en medio de múltiples conflictos en el extranjero, porque «la próxima guerra será una guerra nuclear, y eso será aniquilador”.
“Tenemos un líder que no puede articular dos frases negociando por nosotros», enfatizó.
Por eso declaró que sólo él sería capaz de detener la «Tercera Guerra Mundial» y prometió que pondría fin rápidamente a las guerras en Ucrania y a la de Israel y Hamas, aunque en realidad no explicó cómo.
La visita de Trump este sábado, la primera a Iowa desde el 29 de octubre en Sioux City, se produce poco después de un foro evangélico el viernes en el que participaron DeSantis, Haley y Vivek Ramaswamy, y al que él se negó a asistir.
Además, el mitin ocurrió luego que una jueza de Colorado desestimó la víspera un intento de mantener al expresidente fuera de la papeleta electoral del estado en 2024.
La jueza Sarah B. Wallace, del Tribunal de Distrito de Colorado, emitió un fallo en el caso de la elegibilidad de Trump para votar, ordenando al secretario de Estado de allí que lo incluya en la boleta de las primarias para el próximo año.
La sentencia es otra victoria para Trump después que los tribunales de Minnesota y Michigan rechazaran este mes esfuerzos legales similares para descalificarlo como candidato a la presidencia en esos estados.
En este momento todo indica que lejos de afectarlo, la montaña de problemas legales le ha dado más popularidad al magnate, así como un oxígeno que casi lo mantiene imbatible frente al resto de sus rivales de partido, al menos por ahora.
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