Las banquetas de la Plaza de la Constitución quedaron llenas de calzado de pequeños, muchos teñidos de rojo, en memoria de los infantes víctimas de los bombardeos del ejército israelí, uno de los mejor equipados de todo el mundo.
Esto es un símbolo de lo que significa la barbarie, un homenaje a los más de cinco mil niños palestinos que nunca más van a poder utilizar estos zapatos, declaró a Prensa Latina César Abouid.
Estamos tratando de crear conciencia sobre esta tragedia, dijo, y reconoció la movilización de los pueblos en muchas partes del mundo para detener el genocidio.
“Sus gobernantes están demasiado al debe, señaló, porque ellos se preocupan más de sacar cuentas que normalmente representan números, es decir dinero”.
Respecto al papel de Estados Unidos en la agresión de Israel, dijo que esa potencia desde 1967, cuando la Guerra de los Seis Días, dejó de ser neutral y ahora está apoyando directamente la masacre contra la Franja de Gaza.
Para Nicole Carpentier, chilena de origen palestino, no existe ninguna justificación en los ataques a la población civil. “Israel argumenta legítima defensa, pero todos sabemos que no es contra Hamas sino contra los palestinos en general”, aseguró.
Estos son crímenes de guerra, están matando niños, mujeres y hombres civiles, y muchos gobiernos que se jactaban de ser democracias y velar por los derechos humanos guardan silencio ante la ejecución de miles de inocentes, dijo a esta agencia.
José Maidán valoró la solidaridad expresada ante los sufrimientos de la población en Gaza “no porque somos palestinos, sino porque somos seres humanos y hoy día se trata de detener esos asesinatos bestiales precisamente por humanidad”.
Interrogado por Prensa Latina sobre el silencio de la mayoría de las potencias occidentales, Maidán apuntó al tema del dinero pues Israel, señaló, tiene grandes negocios con esos países y los intereses son muy poderosos.
La joven Ayad Hamil nació en Palestina, pero debió salir junto a su familia rumbo a Iraq siendo una niña y hasta 2007 estuvo en un campamento y llegó un año después a Chile.
Si la gente se hubiera levantado cuando empezó todo esto hace 70 años, ahora la situación sería distinta, pero la indiferencia del mundo alentó a Israel a seguir ocupando cada vez más territorios palestinos.
Ahora Gaza es el campo de concentración a cielo abierto más grande del mundo, similar a los creados por Hitler para los judíos durante la II Guerra Mundial, expresó.
Detener la masacre en Gaza no es cuestión sólo de principios legales, de las ideologías o la religión, precisó, sino es un asunto de humanidad, donde si no quieres que te pase a ti, no debes permitir que le suceda a otros.
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