«La humanidad debe ser lo primero, y se necesita desesperadamente, ya mismo, un alto el fuego por razones humanitarias», urgió el representante en referencia a las imágenes de la agresión contra la escuela Al Fakhura, en el norte del enclave.
Estas, dijo, muestran claramente un gran número de mujeres, niños y hombres gravemente heridos o muertos.
Türk lamentó los ataques contra al menos otras tres escuelas que refugiaban desplazados internos palestinos en las últimas 48 horas así como los testimonios del personal humanitario que accedió la víspera al hospital Al Shifa, quienes describieron el lugar como «una zona muerta».
«Médicos, personal, pacientes y civiles han dejado el hospital, obligados por los militares israelíes, y otros cientos marchan a pie hacia el sur de Gaza, pero ¿adónde, si ningún lugar de la franja es seguro?», cuestionó el jefe de Derechos Humanos de la ONU.
Incluso en ciudades del sur de la Franja como Jan Yunis el ejército israelí está perpetrando ataques y forzando a los desplazados palestinos a dejar determinados lugares considerados objetivos militares para las Fuerzas de Defensa de Israel, alertó además.
«La ley humanitaria internacional incluye los principios de distinción, proporcionalidad y precaución a la hora de llevar a cabo ataques, y no cumplirlos puede constituir un crimen de guerra», remarcó.
La Organización Mundial de la Salud advirtió que cerca del 75 por ciento de los centros hospitalarios (25 de 36) no funcionan en Gaza en medio de los constantes asaltos por el Ejército de Tel Aviv.
Por su parte, las autoridades palestinas calculan que, desde el pasado 7 de octubre, más de 12 mil civiles perdieron la vida y otros 32 mil 200 resultaron heridos.
Sólo en Gaza la cifra de fallecidos superó los 11 mil 800, incluidos cuatro mil 900 niños, tres mil 155 mujeres y 690 ancianos, cifra que excluye a los tres mil 750 desaparecidos, sepultados bajo los escombros.
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