En declaraciones a la red informativa, el asesor de medios de comunicación de la Unrwa, Adnan Abu Hasna, precisó que hay una propagación de enfermedades porque la gente se ve obligada a beber agua contaminada.
Al respecto, manifestó el temor de la Agencia por la propagación del cólera y subrayó que el número de desplazados en la Franja alcanzó alrededor de 1,7 millones desde el comienzo de la guerra.
En este sentido, precisó que la cifra de ciudadanos refugiados en escuelas de la Unrwa llegó a 900 mil y cientos de miles están en las calles sin lugar para protegerse del persistente ataque israelí.
A propósito, denunció que más de 70 instituciones y escuelas de la Unrwa fueron atacadas, a pesar de informar a la parte israelí de las coordenadas de ubicación e izar la bandera de las Naciones Unidas.
De acuerdo con Abu Hasna, el número de fallecidos de la Unrwa llegó a 104, el último de los cuales cayó en el norte de Gaza.
Con anterioridad, el director de Asuntos de la Unrwa en Gaza, Thomas White, expresó en su cuenta de X que el organismo tomó algunas decisiones difíciles sobre qué ayuda se prioriza para salvar vidas debido a que solo pueden proporcionar suficiente combustible para hacer funcionar las bombas al 55 por ciento de su capacidad.
Ante este escenario, el comisionado general, Philippe Lazzarini, subrayó que el gran número de instalaciones de la Unrwa afectadas y la cantidad de civiles muertos no pueden ser simplemente “daños colaterales” y llamó a un alto el fuego humanitario.
jf/yma