La tregua temporal y la liberación de los rehenes acordada por Israel y Hamas son bienvenidas, pero es fundamental alcanzar un alto el fuego duradero por el bien de todos los infantes, afirmó Ashing en un comunicado difundido aquí.
Esta tregua proporcionará a los menores en el territorio un respiro muy necesario de los incesantes bombardeos, pero aún carecen de lo necesario para sobrevivir, incluido “comida, agua potable, un techo sobre sus cabezas, atención médica y, sobre todo, estar seguros y protegidos”, subrayó.
Al respecto, señaló que más de un millón 500 mil personas están desplazadas y tienen un acceso limitado o nulo a alimentos, agua potable y saneamiento para satisfacer sus necesidades básicas diarias.
La activista resaltó que más de la mitad de las viviendas y escuelas del enclave costero están dañadas.
Todos los hospitales del norte están ahora fuera de servicio, incapaces de tratar a los miles de niños heridos, indicó.
“Una pausa de unos días en los combates no mantendrá a los niños a salvo, no podemos permitir que toda una generación se lleve la peor parte de este conflicto mientras el mundo observa, necesitamos un alto el fuego duradero ahora”, recalcó.
En reiteradas ocasiones varias agencias de la ONU, incluida el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), alertaron sobre la dramática situación de la niñez en Gaza debido a la agresión israelí.
“A los niños se les niega su derecho a la vida y a la salud (…) Proteger los hospitales y entregar suministros médicos que salvan vidas es un deber bajo las leyes de la guerra”, advirtió recientemente Adele Khodr, directora regional de Unicef.
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