Durante la ceremonia de apertura, la gerente del programa de Desarrollo Juvenil de la Secretaría de la Comunidad del Caribe (Caricom), Michele Small-Bartley; y el responsable del área de Crimen y Seguridad, Sherwin Toyne-Stephenson, coincidieron la víspera en que la cita busca crear una hoja de ruta.
Ambos abogaron porque se identifiquen las estrategias y acciones para abordar las cuestiones regionales y nacionales asociadas con la paz, la seguridad y la protección de los jóvenes y que genere cambios positivos en las normas sociales y de género para prevenir la violencia.
Según lo programado a lo largo de la cita de cuatro días se pondrá énfasis en proporcionar una plataforma de diálogo constructivo sobre este asunto y otros como la salud sexual, reproductiva y mental, con el propósito de desarrollar soluciones innovadoras frente a tales desafíos.
También se abordarán problemáticas como el abuso sexual, embarazos precoces, repetidos y/o no deseados, así como a posibles consecuencias de estos hechos, como un menor rendimiento escolar y nivel educativo, abandono de los centros de enseñanza y ausentismo laboral.
El fortalecimiento de los programas de habilidades para la vida y de educación sexual integral ha sido generalmente aceptado como un medio para ayudar en los esfuerzos por abordar algunos de los desafíos que enfrenta ese grupo etario, expusieron los representantes de Caricom.
Si bien existe un acuerdo general sobre la eficacia de la Educación Sexual Integral, añadieron, esta apreciación no se ha traducido en políticas y dirección de programas a nivel nacional en el área, pues esta materia aún no está institucionalizada y existen brechas en la implementación de una iniciativa de calidad en todo el Caribe.
La Declaración de Paramaribo sobre el futuro de la juventud en la Caricom, de 2010, reconoce a esa parte de la población como activa creativa, resiliente y destacada para el desarrollo, y el Plan de Acción Juvenil de la organización también prioriza su participación en la construcción y creación de un entorno protector.
El organismo regional está conformado por Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Dominica, Granada, Guyana, Haití, Jamaica, Montserrat, Santa Lucía, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Surinam y Trinidad y Tobago.
Anguila, Bermudas, Islas Caimán, Islas Turcas y Caicos, e Islas Vírgenes Británicas son miembros asociados.
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