En su comunicado, el ente castrense explicó que la decisión fue tomada tras estudiar la experiencia de la operación militar especial.
Los nuevos sistemas entrarán al servicio de las brigadas de artillería a reacción y en el futuro en los regimientos de artillería de las divisiones de fusiles motorizados y tanques.
Tornado-S puede alcanzar objetivos con gran precisión a una distancia de hasta 120 kilómetros, por lo cual expertos señalan que el uso de este sistema permitirá a la artillería rusa atacar más a menudo objetivos situados detrás de las líneas enemigas.
«Hemos recibido un salto cualitativo. Uragan sigue siendo un sistema de los años ochenta con cohetes de 220 milímetros y un alcance de hasta 35 kilómetros. El nuevo Tornado-S de 300 milímetros tiene una munición más potente y un mayor alcance», dijo el perito militar Dmitri Kornev.
Según el especialista, con este cambio se alcanzará cierta paridad con los sistemas occidentales Himars. «Tornado-S debería disponer de una gama de munición más amplia que Uragan, incluidos potentes proyectiles en racimo», señaló. «Esto permitirá realizar ataques eficaces contra objetivos de área y vehículos ligeramente blindados. En cuanto a Himars, Tornado-S podrá utilizar un misil en racimo de alta precisión para destruirlo», agregó.
Por su parte, el experto militar Víktor Murajovski dijo que Tornado-S debería complementar los complejos táctico-operativos Iskander que «tienen mayor alcance, atacan verticalmente y disponen de una ojiva más potente».
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