Recientemente, Noboa ratificó que en los primeros días de su gobierno se firmarán varios estados de excepción relacionados con el tema económico.
En este sentido, la jefa de la bancada oficialista Acción Democrática Nacional (ADN) Valentina Centeno, confirmó que el estado de excepción permitirá tomar acciones inmediatas en distintos sectores, principalmente en los relacionados con lo económico y la seguridad.
Centeno reiteró que esa declaratoria permitiría enviar dos proyectos económicos urgentes, pues la Constitución establece que el presidente no puede enviar otro proyecto mientras que la Asamblea Nacional (Parlamento) ya trata uno. Esto no aplica si está vigente un estado de excepción, dijo.
Una de estas propuestas será una reforma tributaria que estará en la Comisión de Régimen Económico y otra sobre una reforma energética que estará en la comisión que yo presido Desarrollo Económico, manifestó.
Este jueves, Noboa tomó juramento y se convirtió en el nuevo presidente de Ecuador hasta 2025, una tarea que calificó como “dura y difícil”.
En su primer discurso manifestó que, de cara al futuro inmediato trabajará contra la inseguridad y, según su enfoque, aumentar el empleo es crucial en esa batalla, por lo cual enviará reformas urgentes a la Asamblea, “pensando en el país”.
Durante su administración, el joven mandatario pretende hacer una consulta popular para intentar reducir la violencia, generar oportunidades económicas y empleo y reducir el déficit, pues incluso mencionó que el país podría dejar de pagar la deuda en 2026 o 2027 si se sigue la misma tendencia.
Noboa, de 35 años, fue electo como el presidente más joven de Ecuador al ganar el balotaje el pasado 15 de octubre frente a Luisa González, del movimiento Revolución Ciudadana.
El empresario, hijo de Álvaro Noboa, una de las personas más ricas del país debido a su emporio bananero, y quien en cinco ocasiones se postuló para la presidencia sin éxito, recibirá un país sumido en la peor crisis de seguridad de la historia y con problemas en su economía, lo cual será difícil de solucionar en apenas un año y medio de mandato, según analistas.
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