Se trata de la obra monumental en el Jardín de la Colonia Tabacalera en la cual está ubicada la casa de María Antonia donde tuvieron su primera conversación durante 10 horas Fidel y Ernesto Guevara, el Che combatiente y Guerrillero Heroico que lo acompañó en la travesía del yate Granma desde Tuxpan a Playa Las Coloradas.
La escultura está enclavada al fondo del patio trasero del famoso Museo de San Carlos y sirve de sede a los actos de apoyo y solidaridad de la Asociación de Cubanos Residentes en México José Martí.
Esa obra escultórica es una de las pocas de su tipo que existe en México y da la sensación de que tiene vida propia. Se trata de una conversación coloquial entre los dos héroes, seguramente sobre planes revolucionarios, sentados cómodamente en un clásico banco de parque, Fidel con su entonces infaltable tabaco y el Che con una pipa en la mano.
Los cubanos que se dieron cita en el lugar como un homenaje íntimo, familiar, a un líder que para el pueblo es eterno y lo sienten cada día más vivo, guardaron un minuto de silencio el que, para satisfacción de todos, lo respetaron y compartieron también los mexicanos asiduos al parque de la Tabacalera.
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