En medio de la lluvia y el clima invernal, la doctora internacionalista llegó hoy al hogar de la periodista Farah Omar, no como hija del guerrillero heroico Ernesto Che Guevara sino «como la madre cubana que defiende a sus hijos».

Con lágrimas en los ojos y voz cortada, Aleida no dudó en denunciar los crímenes israelíes y llamó a mantener vivo el espíritu de resistencia de Farah, a quien calificó de orgullo de la juventud.
Estoy aquí como cubana, no podemos quedarnos en silencio ante este genocidio, nadie tiene el derecho de acabar con los sueños de nuestros hijos, expresó.
Marcada por el dolor de la pérdida familiar, la internacionalista transmitió un mensaje de fuerza y aseguró a los padres y hermanos de la joven reportera: «Siéntanse orgullosos, Farah cumplió con su deber y ella es un ejemplo».

Los israelíes le temieron a la voz de Farah y Al Mayadeen, les mortificó la cobertura y en su intento de silenciarlo primero los censuraron y no acabaron hasta atacar a uno de sus equipos en el sur, apuntó.
Según narró, después de asesinar a Farah, los sionistas solo consiguieron que Al Mayadeen fuera el canal más comprometido en la cobertura en defensa de Palestina.

En el recorrido, al que asistió Prensa Latina, Aleida Guevara colocó una ofrenda floral en la tumba de Farah, ubicada en el cementerio local de los mártires de la Resistencia libanesa.
Mañana, la multiplataforma comunicacional celebrará un homenaje oficial a la corresponsal Farah y el camarógrafo Rabih, así como al colaborador Hussein Aquil, y durante la ceremonia, Aleida Guevara pronunciará un discurso en nombre de los cubanos.
El martes pasado, Farah, Rabih y Hussein fueron atacados por drones israelíes en un bombardeo a la localidad de Tayr Harfa, mientras cubrían los acontecimientos en el sur del país.
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