Adoptado en reciprocidad a la contribución por Tel Aviv de 60 millones de dólares en “apoyo a la recuperación económica de Malawi”, según el anuncio oficial, el acuerdo fue puesto en vigor el pasado sábado.
Varios sectores de la sociedad malauí expresan preocupaciones por el secretismo conque fue manejado el convenio y el riesgo para la integridad física de los contratados debido a la agresión militar masiva israelí contra la Franja Gaza y Cisjordania y la respuesta del movimiento Hamas (Fervor, en árabe).
El líder opositor Kondwani Nankhumwa declaró a la prensa que “enviar personas a un país en guerra como Israel, del cual algunos estados retiran sus obreros, es algo inaudito” y cuestionó la decisión oficial de mantener el acuerdo en secreto y de solo informar al parlamento “el envío de los trabajadores a un país anónimo el pasado día 22”.
Durante la presente crisis en Palestina, ahora en pausa en virtud de una tregua de cuatro días, las tropas israelíes mataron a más de 14 mil 800 palestinos, en su mayoría niños y mujeres inermes.
mgt/msl