La degradación de la naturaleza y el aumento de las temperaturas amenazan la eficacia de los insumos sanitarios y la disponibilidad de principios activos para lucha contra esos males.
El suministro de medicamentos y tecnologías que desempeñan un papel crucial en la lucha contra el VIH-Sida, la tuberculosis y la malaria está en riesgo ante los efectos del cambio climático, según Unitaid, que promueve el acceso al tratamiento de enfermedades en países en vía de desarrollo.
Se trata de cinco medicamentos, varios tipos de diagnósticos y tecnologías como mosquiteras e instalaciones de producción de oxígeno médico que desempeñan un papel crucial.
El informe, publicado a pocos días de la reunión sobre cambio climático COP28 en Dubái, señaló que el sector de la salud contribuye a un 4,6 por ciento de las emisiones mundiales de gases contaminantes cada año.
Dicho mecanismo financiero pidió a la industria, los gobiernos y las farmacéuticas que actúen ahora, antes de que sea demasiado tarde para garantizar la disponibilidad de productos y reducir su huella de carbono.
Establecido en 2006, Unitaid es una entidad internacional compradora de medicamentos que recauda fondos gracias a una combinación de impuestos sobre el transporte aéreo y financiación pública a largo plazo.
Utiliza esos fondos para mejorar el acceso a los fármacos empleados contra el VIH-Sida, la tuberculosis y la malaria en países en desarrollo, y desde esa fecha ha destinado más de 730 millones de dólares al apoyo de 16 proyectos en 93 naciones.
Actualmente es considerado por la Organización de Naciones Unidas un actor clave de la arquitectura sanitaria mundial, y un impulsor del programa global sobre el acceso a las medicinas para los pobres.
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