La gente se está muriendo de hambre, con falta de agua potable y hacinada; si alguien está enfermo, si un niño tiene diarrea, si alguien tiene una infección respiratoria, no recibirá ninguna ayuda, dijo desde Ginebra la portavoz de la OMS, Margaret Harris.
Em Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef) también calificó como devastador el contexto en el enclave tras la entrada de más personal en medio de la pausa pactada el 24 de noviembre.
Su portavoz, James Elder, describió como una zona de guerra el Complejo Médico Nasser, ubicado al sur de Gaza.
«Dondequiera que mires hay un niño increíblemente necesitado», dijo Elder en declaraciones a Al Jazeera.
El vocero elogió a los «increíbles, valientes e incansables trabajadores de la salud que trabajan las 24 horas del día».
Sin embargo, dijo, los médicos tienen que tomar decisiones que no deberían tener que tomar.
En tanto la Agencia para Refugiados Palestinos (Unrwa) continuó la entrega de combustible a la principal planta de agua de Gaza, que a su vez lo distribuyó a las instalaciones de agua y saneamiento en el sur.
La Oficina de Asuntos Humanitarios (OCHA) señaló que las entregas se ampliaron al sur de la Franja, donde se refugia la mayor parte de los 1,7 millones de desplazados.
“Los proveedores de servicios clave, incluidos hospitales, instalaciones de agua y saneamiento y refugios, han seguido recibiendo combustible diariamente para operar los generadores”, precisó.
La extensión de la tregua permite a los actores humanitarios mejorar la entrega de asistencia hacia Gaza y a través de ella, aseguró en conferencia de prensa Sthéphane Dujarric, portavoz del secretario general.
Decenas de camiones de ayuda de la Unrwa y la Sociedad de la Media Luna Roja Palestina llegaron la víspera a zonas al norte de Wadi Gaza.
Los envíos incluyeron suministros médicos, alimentos listos para el consumo, harina de trigo, agua embotellada, tiendas de campaña y mantas, que se entregaron a cuatro refugios de la Agencja y a tres almacenes principales para su posterior distribución.
La ayuda también incluyó pequeñas cantidades de combustible a las instalaciones de producción de agua, para su reactivación una vez finalizadas las reparaciones.
Mientras tanto, en el sur de Gaza, la Unrwa entregó harina de trigo a los desplazados internos dentro y fuera de los refugios.
Para poder abordar el inmenso alcance de las necesidades, los grupos de ayuda han pedido la reapertura inmediata de más puntos fronterizos, incluso para la entrada de mercancías comerciales, enfatizó al respecto Dujarric.
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