Adamczyk mencionó el sistema de colas electrónicas como uno de los motivos de las protestas.
Esto provocó un aumento significativo del tiempo de espera para los vehículos matriculados en la Unión Europea (UE) que regresan de Ucrania sin carga para cruzar la frontera, indicó el ministro polaco.
Llamó a la parte ucraniana a tomar medidas urgentes para cumplir con las demandas de los transportistas polacos, en particular cancelar el requisito de registrar los vehículos en la cola electrónica en dos pasos fronterizos: Zosin-Ustilug y Nizhankovichi-Malchowice.
Además, los transportistas que protestan exigen la renovación de los permisos de transporte internacional para las empresas de transporte ucranianas, que fueron cancelados de conformidad con el acuerdo entre la UE y Ucrania, informó el ministerio de Polonia.
En este sentido, Adamczyk pidió a la comisaria europea de Transportes, Adina Valean, restablecer la validez de dichos permisos.
También pidió a la jefa de la UE, Ursula von der Leyen, que apoye su llamamiento al gobierno ucraniano para que aboliera el sistema de colas electrónicas.
Desde el 6 de noviembre, debido a las protestas de los transportistas, el tráfico a través de tres puestos de control en la frontera entre Ucrania y Polonia (Yagodin-Dorogusk, Krakovets-Korchowa y Rawa Ruska-Hrebenne) está parcialmente bloqueado.
Inicialmente, se suponía que la acción se llevaría a cabo hasta el 3 de diciembre, luego se anunció la fecha como el 3 de enero de 2024.
Pero el 22 de noviembre, el líder de los transportistas polacos que bloquean la frontera, Rafal Meckler, anunció que el bloqueo del puesto de control de Yagodin-Dorogusk, donde se observan las mayores colas de camiones, se prolongaría hasta el 1 de febrero de 2024.
A partir del 22 de noviembre, se extendió al cuarto puesto de control fronterizo, Shehyni-Medyka, y más tarde el Servicio Estatal de Aduanas de Ucrania informó que no se podía descartar un bloqueo del quinto puesto de control, Nizhankovichi-Malchowice.
Las colas para entrar frente a los puestos de control bloqueados en el lado polaco se extendían hasta 40 kilómetros.
Ante los problemas de transporte a través de Polonia, la situación del complejo agroindustrial ucraniano, que exporta más del 70 por ciento de los productos agrícolas, es amenazadora, señaló el primer viceministro, Taras Vysotsky.
Una de las principales exigencias de los organizadores polacos de las protestas es volver a la práctica de conceder permisos a los transportistas de carga ucranianos y reducir su número al nivel anterior a febrero de 2022, de hasta 200 mil permisos al año.
Además, quieren que los camiones polacos vacíos que regresan puedan cruzar la frontera sin tener que hacer cola durante muchos días.
También exigen normas de transporte más estrictas en virtud de los permisos multilaterales de la CEMT.
Igualmente, buscan un control más estricto sobre el registro de las empresas de transporte en Polonia en cuanto al origen del capital de sus fundadores.
Según varios representantes de la industria del transporte polaca, el trabajo de los transportistas ucranianos en el mercado europeo conduce a una caída de las tarifas del transporte de carga.
Por su parte Kiev alega, que los transportistas ucranianos realizan traslados principalmente desde/hacia Ucrania, y no entre países europeos, y su trabajo no puede influir en las tarifas de transporte en Europa.
La parte ucraniana considera imposible cumplir la mayoría de las exigencias de los transportistas polacos.
Mientras, los negociadores del lado ucraniano esperan que la decisión de desbloquear la frontera se tome con la llegada del nuevo gobierno en Polonia, que prestó juramento el 27 de noviembre.
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