El vocero de esa institución, James Elder, explicó a la televisora Al Jazeera que la situación sigue siendo grave en el enclave costero, donde viven más de 2,3 millones de palestinos.
Las entregas son insuficientes “después de siete semanas de horror total”, manifestó el funcionario.
Describió la inmensa necesidad humanitaria y el sentimiento de dolor arraigado en ese territorio después de semanas de bombardeos israelíes y la muerte de más de 15 mil personas.
“Hay tres cosas que las personas piden constantemente (en Gaza): agua, comida y paz”, subrayó.
Como parte de la tregua entre Hamas e Israel, este último país autorizó la entrada de hasta 200 camiones cargados con alimentos, agua y medicinas, además de combustible y gas.
Todos los transportes ingresan por el paso de Rafah, que une al enclave con Egipto, porque el Gobierno de Benjamin Netanyahu rechaza abrir los otros cruces que limitan con su país.
Antes del conflicto, unos 500 vehículos pesados ingresaban cada día al territorio palestinos.
Aunque celebraron la entrada de un mayor volumen de productos, diversas organizaciones no gubernamentales y agencias de la ONU afirmaron que las cifras son insuficientes para cubrir las necesidades mínimas de la población.
Ayer Elder publicó en X (antes Twitter) un reporte desde un hospital ubicado en el sur de Gaza para denunciar la crisis que afecta a los menores palestinos.
El video muestra a varios infantes heridos que fueron trasladados desde el Complejo Médico Al-Shifa, en el norte, hacia el meridional Hospital Nasser.
“Pido disculpas por mostrar estas horribles imágenes de niños heridos en Gaza, pero dado que ellos tienen que soportar esto, es imperativo que el mundo vea lo que los niños de Gaza están experimentando”, señaló el funcionario, presente en el lugar.
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