Según comunicó el organismo, el avión del titular recorrió unos cuatro mil kilómetros, y el viaje duró más de cinco horas, pues en su ruta a Skopjie tuvo que volar a través de Türkiye y Grecia, aunque se preveía que lo hiciera sobre Bulgaria.
Sin embargo, las autoridades búlgaras se negaron a que el avión sobrevolara el territorio del país si a bordo se encontraba la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova.
La cita anual de los ministros de Asuntos Exteriores de los 57 países miembros de la OSCE se llevará a cabo el 30 de noviembre y 1 de diciembre en la capital de Macedonia del Norte.
La OSCE está conformada por naciones de América del Norte, Asia Central y Europa.
El año pasado Lavrov no pudo asistir a la reunión ministerial ya que Polonia, que en aquel entonces ejercía la Presidencia rotatoria de la OSCE, le denegó el visado.
Al comentar la decisión polaca, el jefe de la diplomacia rusa dijo que el bloque occidental creaba líneas divisorias para intentar enterrar la OSCE, una de las últimas plataformas de diálogo.
Si bien Macedonia del Norte, país que integra también la OTAN, autorizó la entrada del avión de Lavrov, no permite a varios periodistas rusos cubrir el evento.
En Moscú consideran como un fracaso absoluto la labor de la representante de la OSCE para la Libertad de los Medios de Comunicación, Teresa Ribeiro.
Ahora Polonia y Ucrania boicotean la cita ministerial de la OSCE por la presencia del canciller ruso.
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