“Los cambios personalizados en la salud y el estilo de vida pueden retrasar o incluso prevenir la pérdida de memoria en los adultos mayores de mayor riesgo”, subrayaron los investigadores de la Universidad de California San Francisco y Kaiser Permanente Washington, Estados Unidos.
Enfocar de manera diferente a cada individuo, tratarlos de manera personalizada sería más eficaz para lograr una mejoría cognitiva o prevenir la demencia, insistieron los científicos citados por la revista JAMA Internal Medicine.
A diferencia de los medicamentos antiamiloides, los programas de reducción de riesgos basados actividad física, compromiso social, control de la presión arterial y la diabetes suelen ser menos costosos.
Estos, además, ni tienen criterios estrictos de elegibilidad ni requieren un seguimiento exhaustivo para detectar efectos secundarios, explicaron los expertos.
mem/joe